Los terrenos pertenecen a una desarrolladora inmobiliaria vinculada con el grupo Macri. Los vecinos encontraron los bidones vacíos del glifosato, pese a que el uso de este herbicida está prohibido en zonas urbanas.
Por Rocío Magnani
Media hora al sur de la Ciudad de Buenos Aires, en Esteban Echeverría, donde metro a metro la cuadrícula urbana se tironea con la zona rural, 120 hectáreas de pastizales naturales fueron quemadas con glifosato al paso de un pintoresco tractor amarillo. Desde 2009, las tierras, propiedad de una desarrolladora inmobiliaria vinculada con el grupo Macri, son utilizadas para el cultivo de soja transgénica. Pero este año la siembra se extendió hasta los límites de un country de la misma empresa, Creaurban S.A., y de un barrio del Plan Federal de Viviendas, donde quedaron expuestas al tóxico al menos unas 4500 personas. Además de poner en riesgo la salud de las familias que toman agua de pozo, los vecinos temen las consecuencias que el agroquímico pueda generar al medio ambiente, ya que la plantación se realiza sobre el ecosistema de humedales Laguna de Rocha, que forma parte del sistema hídrico de la Cuenca Matanza-Riachuelo y cuenta con media sanción de Diputados bonaerenses para convertirse en Reserva Natural. El intendente Fernando Gray adelantó a Página/12 que “iniciará acciones” contra la empresa.