Gracias a avances tecnológicos se puede coordinar una colonia de abejas robóticas, para imitar la biomecánica y organización social natural.

            Los sistemas modernos de agricultura industrial han afectado a la biodiversidad de manera negativa. Un gran ejemplo es la dramática disminución de abejas, a consecuencia del uso de químicos, pesticidas y herbicidas. Activistas e investigadores señalan a Monsanto como responsable de estas bajas que, según estudios, de seguir así puede significar una catástrofe ambiental. Lo que no se sabía es que la transnacional tiene un as bajo la manga.
            Monsanto estudia la posibilidad de utilizar abejas robóticas para polinizar cultivos transgénicos. Los avances en robótica hacen posible esta descabellada idea, al generar sistemas de coordinación que imiten el comportamiento real de estos insectos. El desarrollo corre a cargo de la Universidad de Harvard, en su proyecto de micro vehículos aéreos el cual trabaja desde 2009.
           Las abejas robóticas están hechas de titanio y plástico, en tamaño real. Según los desarrolladores estas micro máquinas se pueden programar para imitar la biomecánica y organización social de los insectos. Es una colonia mecánica capaz de polinizar plantas. En caso de que Monsanto adopte esta tecnología, podría acelerarla la producción de sus cultivos transgénicos en específico.     Pero, ¿qué pasaría con las abejas reales?
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